Soy Virginia.

Ayudo a padres a hablar con sus hijos adolescentes.

Déjame contarte mi historia


Hace aproximadamente tres años empezó el peor año de mi vida.

Y eso, que acababa de pasar por un cáncer justo un año antes.

Para nada me esperaba, que al volver al colegio donde yo trabajaba tenía un infierno esperándome.

Mi hijo mediano comenzó 3 de la ESO y pasó por una crisis de libro.

De esas en las que se pierden y cuesta volver a encontrarse.

En esa edad, están construyendo su personalidad y reflejan lo que ven los demás de ellos. 

Si te reflejo amabilidad, te vuelves amable.

Si te reflejo sonrisa, me devuelves sonrisas.

Si les devuelves chulería, ellos se vuelven chulos. Y se rebelan.

Mi hijo vivió su adolescencia rebelándose contra la autoridad.

Porque yo, aparte de ser profesora en el colegio, era la coordinadora de secundaria.

No te puedes imaginar lo que supuso, encontrarme con él expulsado en el pasillo…

Y llevarnos los problemas a casa. 

Portazos, gritos y malas caras se volvieron rutina.

Nos alejamos. El día a día era amargo.

¿Cómo lo superé?

Apoyándome en el coaching. Trabajando alternativas con mis compañeros.

Él pidió ayuda y terapia.

Tuvimos la suerte de que nuestras familias y amigos se volcaron y ofrecieron sus consejos y apoyo.

Recuerdo especialmente un día, estábamos comiendo comida mexicana: frijoles con arroz… y él me miró y me dijo:

“Necesito una salida. Quiero salir del colegio”

A partir de ahí, fuimos construyendo nuestra nueva relación. Ladrillo a ladrillo (Como dice la canción)



Desde entonces, decidí formarme para poder desenmarañar situaciones similares a la mía.

Ahora, soy madre, profesora, mentora, coach y tutora. 

Especialista en adolescentes, porque vivo 24x7 rodeada de ellos.

En deshacer marañas y líos que se forman y que parecen imposibles de deshacer.

Apúntate a mis cartas y descubre las técnicas que me acercaron a mi hijo y que me ayudan a crear los vínculos irrompibles.